Uber autónomos: Kalanick lamenta el abandono del proyecto
Travis Kalanick ha sido una figura central en el mundo empresarial, y sus opiniones suelen causar revuelo, amigo. Durante el Abundance Summit en Los Ángeles, el pasado 12 de marzo de 2025, expresó su descontento con la decisión estratégica de vender el programa de conducción autónoma de Uber, un movimiento que él considera un error crítico. Según Kalanick, quien fue CEO de Uber y supervisó el ascenso meteórico de la compañía, la decisión de vender esta unidad de conducción autónoma a Aurora en 2020 fue desafortunada. Esta venta, calificada como una “venta de emergencia”, ocurrió tres años después de su salida de la empresa, cuando el programa aún no era rentable pero tenía un futuro prometedor según sus perspectivas.
Uber autónomos: una encrucijada estratégica
En sus declaraciones, Kalanick destacó lo cerca que estuvo Uber de alcanzar tecnológicamente a Waymo, la competencia más importante en el área de vehículos autónomos, la cual ahora opera en ciudades como el Área de la Bahía, Los Ángeles y Phoenix. Aunque el programa fue percibido como carísimo en su momento, con cientos de millones de dólares invertidos sin un retorno visible, Kalanick cree que, de habérselo manejado de forma adecuada, podría haber posicionado a Uber a la vanguardia del transporte autónomo.
Nueva dirección, nuevas oportunidades
Actualmente, Uber intenta recuperar el tiempo perdido mediante una asociación con Waymo en Austin, apostando a que la robusta plataforma de Uber sea el trampolín para una expansión rápida y eficiente del servicio de vehículos autónomos. Sin embargo, la alianza podría ser susceptible a futuros cambios en las estrategias empresariales de ambos gigantes tecnológicos, generando incertidumbre sobre la estabilidad de esta colaboración.
Decisiones pasadas que afectan el presente
La controversia radica en cómo estas decisiones afectaron la posición de Uber en el entorno competitivo actual. Con un sector de transporte autónomo moviéndose a pasos de gigante, la decisión de abandonar el proyecto autónomo parece, bajo la perspectiva de Kalanick, un paso atrás en la misión innovadora de Uber. Tal decisión sigue generando eco, especialmente cuando se observa el avance de sus competidores directos. Esta situación genera aún más interés sobre cómo las futuras decisiones estratégicas moldearán el camino de Uber en una industria en constante evolución.