Meta ha anunciado la transición del perfil de Instagram del ex Segundo Caballero, Doug Emhoff, hacia la nueva cuenta de la Segunda Dama, Usha Vance, como parte de los cambios habituales durante las transiciones presidenciales. Esta medida busca unificar la representación oficial de la Casa Blanca en redes sociales.
Instagram transición: Un vistazo a los cambios
A partir del miércoles, 2 de abril de 2025, Meta comenzará a combinar las cuentas de Instagram del ex Segundo Caballero de los Estados Unidos, Doug Emhoff, con la de la Segunda Dama, Usha Vance. Esta integración involucrará la transferencia de 1.2 millones de seguidores de la cuenta archivada de Doug Emhoff, @secondgentleman46archive, a la cuenta de Usha Vance, @SLOTUS.
Estrategia de cambio en redes sociales
La cuenta de Doug Emhoff tenía 1.2 millones de seguidores, los cuales serán transferidos directamente a la cuenta de Usha Vance, conocida como @SLOTUS, que hasta el momento posee menos de 66,000 seguidores. Esta estrategia busca fortalecer y centralizar la presencia de la Casa Blanca en plataformas digitales.
Reaccionando a las transiciones presidenciales
Este tipo de transición de cuentas no es algo nuevo. Meta indica que se realiza regularmente durante las transiciones presidenciales, como sucedió anteriormente con las cuentas del presidente, vicepresidente, primera dama, y la Casa Blanca. La intención es mantener una continuidad y coherencia en la comunicación oficial.
Confusión entre los usuarios
A menudo, estos cambios generan cierta confusión entre los usuarios, quienes pueden no recordar haber seguido algunas de estas cuentas oficiales de la Casa Blanca. Sin embargo, Meta ha aclarado que no obliga a los usuarios a seguir ninguna cuenta sin su consentimiento, enfatizando que la gestión de estos perfiles es supervisada por la Casa Blanca.
El futuro de la cuenta @SLOTUS
Desde su primer post el 10 de marzo, la cuenta de Instagram de Usha Vance espera ver un incremento significativo en sus seguidores tras la finalización de este proceso de Instagram transición. Este movimiento asegura que la voz de la Segunda Dama gane una mayor exposición y relevancia en un ámbito digitalizado.
En resumen, esta transición es un paso calculado y bien orquestado por la administración actual, buscando unificar las representaciones oficiales en tiempos de cambio.
