Consiguen medir las hormonas del estrés a partir de una gota de sangre
Un equipo de investigadores dirigido por la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, ha desarrollado un microchip que puede medir las hormonas del estrés en tiempo real a partir de una gota de sangre, según publican en la revista ‘Science Advances’.
El cortisol y otras hormonas del estrés regulan muchos aspectos de nuestra salud física y mental, incluida la calidad del sueño. Unos niveles elevados de cortisol pueden dar lugar a un sueño deficiente, lo que aumenta el estrés que puede contribuir a los ataques de pánico, los infartos y otras dolencias.
En la actualidad, la medición del cortisol requiere costosos y engorrosos montajes de laboratorio, por lo que el equipo dirigido por Rutgers buscó una forma de controlar sus fluctuaciones naturales en la vida cotidiana y proporcionar a los pacientes información que les permita recibir el tratamiento adecuado en el momento oportuno.
Los investigadores utilizaron las mismas tecnologías que se emplean para fabricar chips informáticos para construir sensores más finos que un cabello humano que puedan detectar biomoléculas a niveles bajos. Validaron el funcionamiento del dispositivo miniaturizado en 65 muestras de sangre de pacientes con artritis reumatoide.
“El uso de nanosensores nos ha permitido detectar directamente las moléculas de cortisol sin necesidad de otras moléculas o partículas que actúen como etiquetas”, explica el autor principal, Reza Mahmoodi, becario postdoctoral del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Rutgers-New Brunswick.
Con tecnologías como el nuevo microchip del equipo, los pacientes pueden controlar sus niveles hormonales y gestionar mejor la inflamación crónica, el estrés y otras afecciones a un coste menor, señala el autor principal, Mehdi Javanmard, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de Rutgers.
“Nuestro nuevo sensor produce una respuesta precisa y fiable que permite una lectura continua de los niveles de cortisol para su análisis en tiempo real –añade–. Tiene un gran potencial para ser adaptado a la medición no invasiva del cortisol en otros fluidos como la saliva y la orina”.
Y destaca que “el hecho de que no se requieran etiquetas moleculares elimina la necesidad de grandes instrumentos voluminosos como microscopios ópticos y lectores de placas, lo que hace que la instrumentación de lectura sea algo que se pueda medir en última instancia en una pequeña caja de bolsillo o incluso que se pueda colocar en una pulsera algún día”.